La primavera......¡El 21 de Marzo!

Dedicado a Juanito.

Lo de hoy 27 de Febrero no tiene nombre...ó si: Aventura. Por que eso es lo que hemos hecho los miembros del Club Ciclista Guadarrama, ir a la aventura.
Estado del firme.
Rondaban las 09:30 de la mañana, cuando nos concentrábamos en el Parque Municipal una decena de bikers para iniciar lo que en principio iba a ser una buena mañana de mountain bike (como casi siempre). Paco, Manolo y varios miembros más discutíamos sobre donde debíamos de ir, ya que hacía viento y algo de fresquete más que ayer sábado. Paco nos propuso hacer la ruta de Hoyo pero al revés, es decir, bajar el pedrolo en vez de "intentar" subirlo, lo que ello supondría tener que subir desde la carretera de colmenar hasta Moralzarzal-Becerril con el viento de cara, por lo que esa idea se la quitamos rápidamente de la cabeza. Fue ahí cuando Manolo propuso ir hacia la Fuenfría y todos ó casi todos dimos el visto bueno, sin pensar en si la nieve todavía seguiría ahí, en su lugar de origen, donde la sombra hace la función de retrasar el deshielo, ejem....
El grupo comenzó a subir la subida a la jarosa a un ritmo pausado, charlando bastante entre todos los integrantes de la grupeta. Víctor, Javi, el otro Javi, charlaban sobre la coincidencia de estar ahí juntos, ya que hacía mucho tiempo que no íbamos con el club por unos motivos u otros.
La subida ya digo que se hizo amena, pero hay amigo....en cuanto pasamos el muro de la presa, la cosa se empezó a calentar. Y digo a calentar porque uno es así, se calienta muy rápido. Vamos, que no hace falta más que una chispita para que salte la lumbre. Juan Carlos, un amigo de Víctor y natural de Villaviciosa de Odón se acercó a mí y empezamos a charlar de los niños y tal, y tal... Empezamos la subida al Pinar y no hacíamos más que ver bikers de una kedada organizada creemos por miembros de Sanferbike. Y amigo, si ves alguien delante.... Pasamos a todos y llegamos a la cima, peor que mejor de como habíamos comenzado. A mí personalmente me molestó mucho el haberme encontrado tan mal, pues llevo dos meses martirizándome con el rodillo para que a la hora de la verdad me cueste subir casi con el gancho por donde lo hacía habitualmente sin casi levantarme del sillín. Pero bueno...fue un ritmo fortísimo para estos inicios de temporada y no lo tendremos muy en cuenta.
El resto del grupo fueron cayendo, ó más bien subiendo a cuenta gotas. Allí arriba, cerca de la fuente de las hondillas iniciamos lo que iba a ser un peregrinaje hacia el polo serrano, jajaja.....
Dirección Rios Moros.
Hicimos parte de la bajada del puerto de los Leones (ahora puerto de Guadarrama) dirección San Rafael, y a unos 2 km. giramos a la derecha para tomar el camino que nos llevaba a Ríos Moros. Ya en ese camino empezábamos a ver restos de una nevadita que cayó esa misma noche, pero no nos hacía prever lo que se nos venía encima, ó más bien debajo (otra vez ó más bien, perdonarme, no soy GGMárquez). Al pasar la puerta verde empezamos la ascensión con Paco, Emilio, Juanito, Juan Carlos y un servidor en cabeza, cuando a los 1.500 metros aproximadamente comenzaban a aparecer las primeras placas de hielo. Placas con las que nos fiamos un poco y Emilio pudo comprobar en primera persona lo duritas que estaban. Más adelante, el que escribe estas líneas también probó de topar con sus rodillas en dichas placas de hielo, pues se hacía muy irrespetuoso por mi parte no seguirle el rollo a su majestad Don Emilio Herranz. Estaba durito el hielo, si señor, pero si sabe uno caer pues tampoco pasa nada, como así fue, no pasó nada en ambos casos.
Así estaba gran parte de la ascensión principal.
Pasado un primer tramo de hielo y zonas sombrías llegamos al desvío hacia el collado de Marichiva. Sabemos por los que frecuentamos la zona que nos iba a costar subir por lo pedregoso del terreno y la pendiente tan pronunciada, pero lo que no sabíamos es que se iba a juntar el hambre con las ganas de comer. Piedras, muchas piedras, hielo, mucho hielo y ¡Nieve!, mucha nieve. Por momentos me ponía en la piel del Calleja ese, que hace esos programas tan emocionantes y cuenta esas historias tan impactantes, jejejejee.... Tramos de hielo y nieve que nos llegaban por encima del tobillo, zonas en las que casi metíamos hasta la rodilla...Todo ese tramo hasta el collado de Marichiva lo hicimos andando, los gemelos reventaban!.
Dirección Fuenfría.
Ya en lo alto paramos a esperar al grueso de la expedición (jejeje...que bien me ha quedado eso), y una vez reunidos retomamos la ruta dirección Fuenfría. Ese fue otro de los tramos difíciles del recorrido. En este caso no era tanto el hielo, pero la nieve era tanta que era casi imposible dar pedales sin mirar al suelo.
Al final llegamos todos a la Fuenfría y allí, tras esperar varios minutos y ver que el viento azotaba con intensidad nuestros sudados cuerpos, decidimos bajar despacio y con precaución. Despacito teníamos que ir debido a las placas de hielo que todavía teníamos que sortear, pero cuando no había dichas placas de hielo también teníamos que sortear a los senderistas, grupos de amigos, familias, etc, etc, que ocupaban toda la pista sin dejar un sólo resquicio para que un ciclista pasara a unos 5-10 km/h. Alguno incluso te miraba mal.
Ya cerca del hospital de la Fuenfría la cosa se normalizó y pudimos realizar una bajada a casa de lo más tranquila y normal.
Decir que esta crónica, como el encabezado indica, está dedicada al magnífico Juanito, ya que me ha dicho esta mañana que como tengo tan abandonado el blog del club. Y es cierto, lo tengo abandonado, pero que le vamos a hacer, todo será cuestión de ponerse y de recibir un poquito de ayuda.
Por cierto, aprovecho estas líneas para dar la noticia de que este año el Club Ciclista Guadarrama repetirá presencia en la carrera de resistencia 24doce (este año más cerquita de casa, en Moralzarzal) y también acudirá con 6 representantes a la clásica cicloturista Los Lagos de Covadonga.
Es para mi un orgullo el poder decir que estaré presente en ambas citas, siendo una de ellas para mí muy especial: El 24doce. Ya que el año pasado no pudimos terminarla y de la que me quedo un buen recuerdo en cuanto a compañerismo y buen ambiente ciclista.
Un saludo. Y lo dicho en el título de la crónica: La primavera empieza el 21 de Marzo, no el 27 de Febrero. Aún queda para el deshielo.
Así estaba el suelo.

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