La Dolorosa 2016



Este año el Club Ciclista Guadarrama ha elegido como prueba de ultramaratón MTB  "La Dolorosa".
Se inscribieron 10 socios para hacer la prueba, pero desgraciadamente dos de ellos no pudieron acudir.

Los socios que han participado en la prueba son:

  • Alberto García
  • Ángel Valero
  • Celia Ruiz de Viñaspre
  • Francisco Moreno
  • Javier Perez
  • Lucas Castro
  • Rafael Mulero
  • Rubén Rodríguez


Todos ellos consiguieron terminar la dura prueba, de 183 km con 4500 m de desnivel positivo

Vamos a ver como cuentan cada uno de ellos, como han vivido y sufrido la prueba, sus impresiones. Empezaremos por Celia que fue la ganadora en categoría femenina según la clasificación oficial de la prueba, aunque entro de la mano de la segunda y le cedió el puesto del podio, gran gesto que ha sido muy comentado en facebook de la Dolorosa 

Celia Ruiz de Viñaspre (la campeona)

Por fin llegó el gran día!
el día de afrontar uno de los grandes retos, por lo menos para mi, de este año: La Dolorosa 2016, 183km con 4500m de desnivel. Nunca había hecho tantos km en mtb así que estaba totalmente acojonada.

A las 7:30h de sábado 4 de junio sonaba la traca que daba la salida a lo que se iba a convertir en una dura aventura y ¡se me había olvidado el foco en la habitación!


Los 3 primeros puertos los hice muy suave. Sierra Sarda es horrible por sus porcentajes y el mogollón de gente que pillas desmontando en el camino, pero me coloqué detrás de una chica (sin saberlo luego sería mi compañera de fatigas) que lo subía a buen ritmo y me iba abriendo camino entre el resto de bikers.

Bajada muy rápida y perdí de vista a la chica, llevaba una doble y bajaba bastante bien. Salimos a la carretera y nos avisan de que hay unos 18km de asfalto, ¡pues a correr!  bajamos muy deprisa y comenzamos a subir Puy Darto, es un puerto que a mi me pareció muy suave además de bonito, comparado con lo anterior. Subiendo alcanzo a la chica y estoy un rato con ella, pero va muy tranquila y sigo hacia arriba yo sola. No paro en el avituallamiento, y sigo a San Gorrin. Este lo subo sola, también me parece suave y empeora al final por el terreno muy irregular con surcos y roderas profundas.

Bajo a Longás, en el avituallamiento si que paro pues llevamos 50 km y tengo que llenar el bote, me como una barrita y un gel. Allí me encuentro con Iván, un chico que se alojaba también en Sos y que sería otro de mis compañeros de viaje.

Decidimos subir juntos a La Portilla de Santo Domingo y cuando nos disponemos a salir, aparece en el avituallamiento la chica, jajaja ya ni me acordaba de ella. Antes de irme le doy ánimos para que siga y para la subida.

Subimos a un ritmo tranquilo, muy a gusto, hablando y sin fatigarnos más que lo justo en alguna rampita. El puerto me pareció precioso.
Bajada bastante pesada hacia el avituallamiento de Pígalo con mucha piedra y zonas de barro en las que había que entrar con cuidado por que sino patinabas. En Pígalo paramos en avituallamiento y de nuevo aparece la chica.

Me hace gracia, parece que jugamos al ratón y al gato, así que hablo con ella, Corina es su nombre y además de Logroño, como yo, y entre risas de anda como subes! pues mira que tu como bajas! nos juntamos los 3 y ya haríamos el resto de kilómetros dolorosos juntos .

Las horas, los kilómetros, las subidas y los avituallamientos  pasaban volando, era muy agradable. El sufrimiento compartido parece que era menos.

Subimos Huertalo, Puy Mone y el Serrucho del Alba, y casi sin darnos cuenta, habíamos hecho 150km, llevábamos muy buen ritmo y teníamos cada vez más claro el objetivo inicial que era acabarla. Además incluso empezamos a pensar que ¡la acabaríamos de día!

No recuerdo en que momento de la ruta fue, creo que en el avituallamiento del Alto de Sierra Selva, que vimos pasar a dos chicas que casi ni pararon. Nos quedamos moscas, le digo a Corina que quizás son de la ultramaratón y están disputando los primeros puestos y sin pensarlo, salgo pitando detrás de ellas y Corina me sigue.

Era una zona llana que picaba para abajo, así que metí plataco, baje piñones, y a la caza. La cosa estaba muy entretenida, la verdad.

Las logramos alcanzar después de un rato, pero ahora había que seguir tirando y empleándose a fondo para hacer un buen hueco. El que nos haría volver a pedalear algo más tranquilas en la zona que venía que era bastante dura. Así que tiro para el Contadero que lo hacemos enterito montadas (que pedazo rampones había que te dejaban seco) y a buen ritmo, sin darnos cuenta del desgaste que esto supondría para los 25km que nos quedaban que se hicieron eternos.

A Iván le perdimos en el Serrucho del Alba, al final, paró un momento en un punto que parecía que bajaba y acababa, dijo que luego nos pillaba, pero no.... creo q no le volvimos a ver hasta Lobera.  Luego nos dijo q se había parado a comer jamón en Petilla,  dónde por lo visto había un avituallamiento espectacular que nosotras ni catamos :-(

Nosotras seguíamos, a nuestro ritmito, a veces adelantando a gente de la maratón que nos animaban mucho. Pero el arreón de atrás y las rampas que subimos nos iban pasando factura.

No había un avituallamiento hasta Petilla y yo me iba quedando sin agua. Antes de Petilla, paro en un cruce donde hay voluntarios con agua ¡gracias a dios! le digo a Corina que tire pabajo que ya la alcanzaré, ella lleva el Camel lleno y no necesita, y yo paro a llenar el bote.

La alcanzo de nuevo subiendo a Petilla por asfalto. Ahí creo que fue donde la cagué. Un chico que nos encontramos dijo que después de Petilla era todo como para abajo y las subidas muy fáciles, así que como yo ya había llenado el bote, le dije a Corina de no parar en Petilla y tiramos.
¡Cagada de las buenas! Llevaba sin comer un buen rato por no parar a pillar una barrita o un gel que tenia guardados en la bolsita del sillín y a 25km de la meta, la cosita se complicó. Corina me dio un higo que tenía a mano, me dio mucha vidilla y continuamos a buen ritmo, pero la subida a Yesera y Canales que aparentemente eran fáciles a nosotras se nos hizo como el Galibier y el Tourmalet, horribles!.

Finalmente llegamos a la esperada super bajada a Lobera, por Dios que agonía, y mientras bajamos veo ya la subidita final que nos espera a Lobera. Estábamos desesperadas jajaja pero afrontamos esa subidita que no era nada, casi con lágrimas en los ojos, diciendo que qué suerte habíamos tenido de ir juntas y esas cosas que se dicen en esos momentos. Cuando creemos que ya entramos en meta, nos mandan por unos pastizales de hierba alta y blanda, donde habíamos dejado los coches y por ahí íbamos perdidas como pollo sin cabeza jajaja, no veíamos ni las balizas, solo coches, la gente nos indica y aplaude y por fin llegamos a una calle donde al final se ve el arco de entrada. ¡¡la virgeeeeen que gymkana!

Entramos juntas de la mano!! tiramos las bicis y nos abrazamos. Que llorera nos entró, no se si de felicidad o de dolor o todo junto. ¡que buen trabajo en equipo!



¡Lo habíamos conseguido, eran las 20;30 de la tarde, habíamos terminado en unas 13h, era de día y encima éramos las dos primeras chicas.!

Allí en meta estaba también Rubén esperándome como siempre, y también como siempre, había hecho un tiempazo 10h 17min, y fui corriendo a abrazarle, estaba muy emocionada, recordando quizás lo duro que habían sido los últimos km y lo feliz que estaba por que hubiese acabado el sufrimiento.

El resto de los compañeros del club también me felicitaron, todos habían hecho unos tiempos estupendos. Sin duda alguna, fue una experiencia inolvidable.

"La dolorosa" hace honor a su nombre.

P.D. luego me dijeron que lo que nosotros creíamos eran dos chicas, en realidad era una pareja de chico y chica... anda que,  manda narices!  jajajajajaja



Rubén (la makina)

Después de acabar un grupo de intrépidos del CCG El Soplao 2015, a algún iluminado se le ocurrió que el reto para este 2016 debía ser mejor todavía...y de ahí salio La Dolorosa.

Después de un duro invierno y primavera de preparación y mentalización, llego el momento estrella. El 4 de Junio nos plantamos en Lobera de Onsella, en primera linea, bajo el arco de salida, aun con el temor de si iba a ser demasiado duro este reto.

La salida fue rápida y cuesta abajo, e intentamos mantener las primeras posiciones, ya que a los 3 km estaba el primer muro y temíamos un tapón.

De inicio se van en cabeza Alberto y Valero y yo, tras la experiencia de marchas anteriores, decido empezar a ritmo tranquilo, con Lucas y Mulero...nos lo pasamos pipa los primeros km de marcha, haciendo fotos y vídeos.

En Longas ya vamos con más gente y decido apretar un poco el ritmo tras ellos, perdiendo a mis compañeros de ruta....con lo bien que nos lo estabamos pasando!!

En las subidas a Santo Domingo y Huertalo empiezan los primeros sofocones, los nuevos compañeros de ruta son duros y llevan buen ritmo.

Tras una larga y extenuante bajada, dejo atrás la compañía y llego solo al avituallamiento de Biel, donde me dicen que Alberto y Valero están cerca y les alcanzo al coronar en  solitario los 16 km del Puy Mone. Para mi desgracia, se paran arriba y, ya encendido, me voy a la caza de un trío de segovianos, con los que entro a relevos y corono con ellos el serrucho del Arba.

En  Sierra Selva se aviva el ritmo y se rompe el grupo. Me quedo solo entre medias y al borde de una indigestión, primera crisis.

Tras una bajada vertiginosa, vuelvo a coger a alguno, pero al llegar al Contadero me quedo clavado, se me hace horrible, pagando los excesos de subidas anteriores.

Por suerte, el terreno se convierte mas llevadero y me puedo recuperar un poco. Tras la subida a Petilla, contacto d nuevo con los que me habían dejado atrás. Avituallamiento y salida a fuego...hay que darlo ya todo hasta la meta en Lobera. Llego extenuado pero muy contento...objetivo cumplido!!

En meta hay un grato recibimiento, con ambiente festivo y espero emocionado la entrada de todos los miembros CCG, a Celia y a varios compañeros de viaje.

Sin duda La Dolorosa hace honor a su nombre. La marcha es dura de verdad, con duros puertos y terreno complicado de rodar, pero compensa con la buena compañía que vas encontrando, lugares pintorescos, el animo de la gente volcada al paso por los pueblos, la atención en los avituallamientos y la fiesta final en Lobera con todos los colegas del CCG y el podium de Celia!!


Ángel Valero (Rodillo Valerator)

Te preparas varios meses para poder sufrir-disfrutar y dan tormentas!!!!!!! Me ca....... en el tío del tiempo!!!! "Como van las predicciones?", "Bien","Que tiempo hará?", "Dan bueno", "Seguro?", "Dan lluvias pero unos días antes", "Mientras no sea el día de la prueba...".
 Daban tormentas todo el día!!!!!!!!!
NO SALGO!!!!!!!!
La lluvia no me preocupa pero los rayos sí.
"Salgo?", "no salgo?". "iremos a la salida a ver que pasa"

Al final salimos sin mirar mucho al cielo. Las ganas de empezar son muchas. Sin darnos cuenta estamos los primeros en el primer puerto que ademas es muy estrecho y solo cabe una bici. Conscientes de la locura continuo en cabeza pero sin cebarme.
De vez en cuando miro al cielo a ver como evolucionan las tormentas y aparece Alberto. Continuamos al tran-tran sin cebarnos con nadie. "Come Alberto", "En las cuestas empieza muy flojo", "Cuidado en los cambios bruscos de pendiente que te revientan". No es fácil asimilarlo porque en las salidas del club vamos a saco pero intento controlarme y controlarle.
Le empieza a doler el estómago cuando íbamos de los primeros Y EN EL KM 100!!!!!! A duras penas pasamos los puertos. Paramos en todos los avituallamientos porque Alberto había perdido una "cacharra" en la primera bajada.
Las bajadas son rápidas y la sensación que nos da es que solo subimos y que las cuestas no tenían fin.
Llegamos. Ha sido un suplicio pero nos quedamos con ganas de haberlo hecho mejor.
Y las nubes? NI UNA!!!! Un sol de justicia que podía haber pasado factura fácilmente con alguna lipotimia.
Y me lo quería perder.


Alberto (el incansable)

Bueno pues hemos pasado un gran fin de semana de ciclismo y de amigos, porque así os considero sois unos cracks como personas: Lucas, Rafa, Javi, Paco ,Celia , Ángel y Rubén.

La marcha fue una gran experiencia, eso si, dura,... durísima. Con muy buenas sensaciones, excepto la segunda parte, que sufrí fuertes dolores de estómago.
Quiero dar las gracias a mi primo por su apoyo, y a Ruben que llego antes que nosotros a meta y me dio un abrazo de los que no se olvidan, luego fue emocionante ver llegar al resto de compis que lo hicieron fenomenal, es mas Celia gano en féminas.

Lo dicho gracias a tod@s por vuestra compañía, ya estoy deseando hacer la próxima. Una última cosa, hay mucho nivel en el CCG, vais muy, muy bien.


Rafael Mulero (el gran clase)


Este sábado acabe la dolorosa, 183 km. De pura Montaña, nunca antes había hecho tantos kilómetros por pedregales. Lo pase genial, lo pase mal y muy mal. Pero hoy lo recuerdo con la satisfacción de haberme recuperado de los malos momentos y pienso q hoy soy más fuerte mentalmente y físicamente q antes de hacerla.
Ahora necesito algo más fuerte quizá por Lleida.
Ya veremos.


Lucas Castro (el rompebicis)

Ya estamos en Sos del rey Católico, y los nervios empiezan a aparecer en forma de gusanillo en el estómago. Que ganas de que den la salida. Habrá que esperar a mañana, mientras tanto salimos a rodar un poco a probar las bicis, luego cenita, y dormir pronto.

Bueno ya ha llegado el gran día, hemos dormido poco por los nervios, son las 5:30 de la mañana y ya estamos despiertos Alberto y yo. Hace un día estupendo, un poco nublado y buena temperatura. Bajamos a desayunar, e ir preparándonos para la gran cita. Después de un vaso de leche, unas tostadas y un poco de chocolate montamos las bicis en los coches y salimos hacía Lobera de Onseya, donde empezaremos la Dolorosa 2016.

Una vez que hemos llegado, empezamos a ver el "peazo" de ambiente, y empieza el debate de si manguitos, chubasquero, camiseta térmica ..., creo que lo mejor es ligero de ropa y con chubasquero por si aparecen las tormentas que anunciaban. Mientras nos vamos encaminando al arco de salida, a ver si nos podemos hacer una foto todos juntos. Cuando haceos la foto, y tras esperar a Rafa que llegue de no sé dónde, nos damos cuenta que estamos colocados en la salida y el resto de bikers se han colocado detrás de nosotros esperando que den la salida, vamos a salir los primeros.

Se guarda un minuto de silencio en memoria de David Cañadas, vecino de la comarca, y tristemente
fallecido en la Marcha Puertos de Ribargoza. Tras el minuto y el aplauso, se da la salida y tratamos de eliminar los nervios acumulados, empezamos en bajada, vamos en la parte delantera, para evitar el tapón que se pueda formar en la primera subida a unos 3 kilómetros. Cuando nos queremos dar cuenta estamos subiendo el primer puertaco, creo que el más duro, pero todavía frescos subimos a ritmito, coronamos, bajamos y nos encontramos con 18 km de carrera, que forman el segundo puerto. Vamos Rubén, Rafa y yo, con ritmo pero sin querer forzar demasiado para no pagarlo al final, asustados por la media alta que llevábamos de 23km/h.


El Sangorrin se hace bien, pero al bajar primera avería, la cadena se sale continuamente de la roldana inferior, tengo que parar un par de veces a poner la cadena en su sitio. En el avituallamiento consigo unos alicates que me ayudan a apretar un poco. Con suerte se habrá solucionado, tendré que esperar al traqueteo de la siguiente bajada para comprobarlo. Una vez que termino de reparar mis compañeros han salido y me toca hacer un esfuerzo para alcanzarlos. Consigo coger a Rafa, y oímos los cohetes que anuncian la salida de Longas para los participantes en la maratón. "Nos van a pasar como cohetes" comentamos. Coronamos y pruebo suerte a ver si la avería esta reparada, pero no, vuelve a salirse la cadena dos o tres veces, "me va a tocar sufrir en las bajadas" pienso. Bueno, pues calma y objetivo terminar con más tranquilidad.

Seguimos encadenando puertos, Portillo de Santo Domingo, Huertálo, en compañía de Rafa, riéndonos, y charlando, sólo se calla cuando ponemos ritmo en alguna pendiente más pronunciada. En la bajada de Huertalo, toco el freno trasero y se hunde la maneta, no tengo freno!!!!
Paro y me doy cuenta que las pastillas no están, se ha salido el pasador y las pastillas. Pastillas tengo, pero pasador no, ¿qué hago? ¿pongo un palo? Pregunto a los que me van pasando pero nadie lleva un pasador. De repente veo que Rafa, se ha dado la vuelta y está subiendo a buscarme -que gran compañero- me pregunta que qué me pasa, se lo cuento, y me dice ¿y cuál es el problema? a la vez que me enseña un pasador. No le di un beso porque no había afeitado jajajaja
Pongo las pastillas y aprovecho a dar tensión al muelle del cambio, lo que haría que también se solucionará el problema de la cadena.

Después seguimos a por el Puy Moné, donde Rafa tira, a él le va bien el calor, es un puerto de 16 km y se encuentra bien. Yo sigo tranquilo, viendo los molinos, padeciendo el serrucho Arba, Sierra Selva, y los paredones del Contadero. El final no es demasiado duro, pero me ha parecido un calvario por la cantidad de kilómetros acumulados en la piernas y el sillín, además de algún calambre al principio de las subidas que se arregla estirando un poco. El serrucho de Selva lo hice rapidito, tenía ganas de llegar.

Que gran recibimiento nos dieron en Petilla de Aragón, que buena gente. Un poquito de jamón, unas almendras, reponemos bidón y a por las últimas rampas. Aquí si se hace largo, pero ya se vislumbra la sonrisa del reto conseguido. No quiero tirar para coger a nadie, no quiero disputar, solo disfrutar en solitario de estos momentos de sufrimiento (que paradoja), sólo con mis pensamientos, dando gracias por poder hacer lo que me gusta, por poder estar con un grupo de amigos que disfruta sufriendo, estos que saben lo que vale el esfuerzo, y que en el deporte no hay recompensa sin esfuerzo, (no pain, no gain ¿verdad Rubén?), y sobre todo dando gracias por poder estar con la buena gente que me rodea, familia y amigos.

La llegada fue genial, calles estrechas, culebreando, y el llegar y ver a los compañeros esperándote para darte un abrazo no tiene precio. ¡¡¡que grandes!!!

Realmente es una aventura, un gran reto, una ultramaratón de las de verdad, para mi El Soplao es un paseo al lado de esta. Me quedo con "La Dolorosa".

Los recuerdos que me han dejado siempre vendrán conmigo, eso si que nadie me lo puede quitar.



Javier Pérez (el que va de tapadillo)

Este año 2016, la prueba elegida para hacer la “machada” ha sido La Dolorosa. El nombre de la prueba le hace más que honores.

Al principio, cuando se comentó entre los miembros del Club Ciclista Guadarrama hacer esta prueba, yo era un poco reacio, me parecía demasiado exigente y no sé si iba a poder prepararla con garantías. Además yo era el “patito feo” del grupo, se apuntaban los más fuertes, los que mejor hacen esto, y yo al lado de cualquiera de ellos era muy inferior, me iba a tocar hacerla siempre en solitario. Pero finalmente me apunté, lo hablé en casa, y pude prepararla bastante bien, aunque para estas cosas uno nunca está preparado del todo.

La Dolorosa es una auténtica pasada de prueba, durísima, mucho peor que el Soplao, y no por los 20 km extra que tiene, sino por la de caminos y pistas pestosas y de lento rodar que tiene, de esas que te cuesta incluso rodar en llano, llenas de piedras sueltas, por no hablar de dos puertos con unas rampas tremendas, estilo Negreo pero con el suelo peor uno de ellos.

Nos acostamos con aviso amarillo por riesgo de tormentas y de que descargasen 15 litros en una hora, es decir, aviso de diluvio. Al levantarnos vemos que llueve ligeramente y se ve el cielo tormentoso. Nos tememos lo peor. De camino a Lobera de Onsella desde Sos del Rey Católico donde estábamos alojados nos cae algo de lluvia, vamos mudos en los coches. Pero 10 minutos antes de salir no llueve y guardamos los chubasqueros, esperando sacarlos en cualquier momento, pero no lo tuvimos que hacer, ya que el día se fue levantando poco a poco y lució un sol espectacular con una temperatura muy buena, unos 15ºC en la salida y no creo que más de 25ºC en el momento de más calor. Menos mal, un hándicap menos.

La ruta empieza saliendo del pueblo de Lobera por carretera unos tres kilómetros hacia abajo donde la gente, muy nerviosa, va cogiendo sitio para evitar tapones en el primer puerto que empieza con un rampón de los exigentes, estilo la Cocina del Soplao. Se forma el tapón y los que no vamos muy delante ya tenemos que subirla a pie, pero no pasa nada, son unos 150 metros. Estamos en Sierra Sarda, el primer puerto, que tiene unas rampas para ir muy potente. Son menos de 5 km pero con varias pendientes superiores al 20%, pero la gente va fresca y se hace apretando el culo,  pero sin mayores problemas. No es un puerto de ritmo, es de fuerza bruta y riñones, pero hay que reservar, así que lo subo sin forzar demasiado. La bajada es buena, un tramo por pista, y desemboca en una carretera por la que haremos 18 km, incluyendo la subida al segundo puerto, Puy D´Artó, de 9 km, ya buena para ir a ritmo, porque es carretera y porque los desniveles son razonables.

Abandonamos la carretera para siempre, ya no la veremos hasta las calles de Petilla de Aragón y Lobera, en meta, y empieza lo peor. El puerto de San Gorrín, son algo más de 8 km con una pista que, según subes, se va haciendo peor, y arriba está toda machacada, muy irregular, lo que hace la subida bastante complicada, bastante dura. Los desniveles de este puerto son peores al principio pero la dificultad es mayor al final. Pero las piernas funcionan, la cabeza también… todo en orden. Comiendo nueces cada poco y bebiendo con electrolitos, eso es imprescindible. Uno de mis compañeros del Club, Paco, con el que había hecho el tramo de carretera, se descuelga un poco aquí, pero quedamos en el avituallamientos siguiente en que nos juntamos. Los demás del Club ya van por delante, excepto Celia, nuestra chica, que también va por detrás en un de menos a más que la caracteriza y que le da unos resultados estupendos (después sólo haría media hora más que yo, llegó la segunda de las chicas a meta empatada con la primera). El final de San Gorrín ya tiene el firme complicado. Tras coronar, bajada con cuidado hasta el avituallamiento, donde al poco rato llega Paco. Tomamos algo y a seguir.

Arranca ahora un puerto duro de los que hace mella, el Portillo de Santo Domingo. Pista pestosa, rampas fuertes en dos tercios del mismo (por encima del 13%) y 7,5 km de longitud. La gente empieza a sufrir y van apareciendo los primeros “cadáveres” y gente con problemas. Subimos Paco y yo junto a Alberto, un chico de Pamplona que conoce el terreno perfectamente y nos cuenta lo que viene. Paco se queda un poquito atrás en la subida y ya no lo veré hasta meta. Sufriría un poco más tarde calambres y lo pasaría muy mal el resto de la ruta hasta que entró en meta a las 22:00h, eso sí que tiene mérito, hacer esta prueba con problemas físicos. A mitad de puerto hay un descanso, pero el resto tiene rampas todo el rato de entre un 12% y un 15%, que junto al camino roto, lo hace complicado. Yo sigo a mi ritmo, no voy mal.

Bajada con mucho cuidado, con piedras y zonas de barro, para andarse con ojo. Esta es una de las cosas que hace que sea mucho más duro que El Soplao. En estas bajadas no puedes bajar relajado, siempre hay dificultad y no puedes descansar. Te tienes que poner de pie sobre los pedales y bajar en tensión trazando por el sitio adecuado. Echo de menos las pistas del Soplao para descansar, aquí no hay de eso. Dolor de brazos y muñecas en la bajada por la tensión, el bacheo constante y el desnivel bajando, pero bueno. Avituallamiento en Pígalo y a seguir. Aprovecho que hay un punto de asistencia mecánica y echo aceite a los puntos de giro y al pedalier, que me sonaban por el polvo y el barro ya acumulados. Mano de santo, deja de sonar el resto de la ruta.

Comienza ahora Huértalo, otra tachuela para seguir minando tu físico. Pestoso por el terreno, aunque con pendiente moderada, 6,5 km. La cabeza empieza a traerte dudas, se va muy solo y uno piensa en la kilometrada que queda y el desnivel que hay aún por delante. A partir de aquí no me voy a extender en el terreno de cada puerto, es siempre más de lo mismo: piedras y más piedras, para subirlos y para bajarlos, sólo hay contados tramos de pistas fáciles de esas rodadoras, vaya putada.

Después de bajarlo llega el gran coloso, Puy Moné, casi 16 km de subida constante, de ritmo, pero increíblemente larga. Arranco muy bien, con un ritmillo muy bueno, adelantando gente y se me pega un chaval de Zaragoza al que llevo hasta arriba. Un hasta arriba que nunca llegaba, tras una curva otra rampa, y así sucesivamente. Interminable. En la bajada (por fin con un tramo de pista amable), nuevo avituallamiento, así que a forrar y a beber. Y a seguir. Aquí empiezo a pensar en las ganas que tengo de que sean las 12 de la noche y esté metido en la cama, quiero llegar, estoy hasta los cojones de dar pedales, y veo que me queda la tira. Pero también pienso que llevo ya 115 km y que son las 14:00h, es decir, que me quedan 70 km, con lo que, a este ritmo, a las 6 de la tarde llego.

Iluso de mí...

A partir de aquí el terreno se hace espantoso, el cansancio cuenta, y la media va a bajar considerablemente, no es posible mantener el mismo ritmo, todos hemos coincidido en esto. Nos meten un serrucho, el Serrucho del Arba que no es otra cosa que un subir y bajar constante con unas rampas cabronas y un terreno para acordarse del organizador, jajajajaja, así durante 5 km. Esto te destroza las patas, pero yo sigo sin dolores… más que de culo.

Siguiente subida, Sierra Selva, 3,2 kilometritos de subida, con pendientes llevaderas, pero sigue el terreno malo. En el alto un avituallamiento que me viene de cine, y aquí decido, como medida de precaución, apretarme mi primer gel. Una hora después me tomaré mi segundo y último gel, no he abusado de esto.

Bajada pronunciada para hacerla con cuidado, mucha piedra suelta, y se afronta la que para mí es la mayor tortura de la prueba, el puerto de Contadero, una auténtica salvajada de 5km con varias rampas de flipar. A los pocos que veo les veo andando empujando la bici, pero me fijo en tres tíos que van juntos a unos 150 metros mío montados haciendo eses, y me propongo ir tras ellos, a ver si puedo. Aguanto como una perra los rampones, algunos por encima del 20%, al final los cojo, para hacer los últimos 2 km con ellos y charlar algo con ellos. Son de la maratón, no de la ultra, y van ya cascados. En el alto ellos se quedan a reponer fuerzas y yo tiro para abajo sin querer parar.

Siguiente cabronada, Serrucho de Sierra Selva, otra putada de sube y baja con rampas de flipar, con el terreno empedrado  que ya me ha dejado el culo para tirar y sin encontrar ya una postura cómoda que llevar. No me duele nada más que el culo, lo tengo totalmente rozado, pero queda poco, hay que darlo todo aunque llegue sangrando. Las ganas de acabar pueden con todo, y más cuando sabes que sólo queda un avituallamiento en Petilla, en medio de un puertaco, el de Yesera, que tiene por ahí un par de rampas del 25% y el 23%, que a estas alturas son dinamita. Pero el gel me ha dado fuerzas que no tenía antes, y llego a Petilla al avituallamiento. Qué ambientazo. Un cartel pone que quedan 16 km, esto está hecho. Me cebo de naranjas y bebo Coca-Cola, que me apetecía mucho y en otros avituallamientos no había, y decido subirme de nuevo , he parado algo menos de 10 minutos. Nos dicen que ya es todo bajada hasta Lobera. Vaya cabrones, jajajaja, qué mentirosos, hay que terminar el puerto de Yesera, un poco de bajada y de golpe vuelven a aparecer unas nuevas e interminables rampas, casi 3,5 km del puerto de Canales. A estas alturas cualquier rampa te parece de un 60%, pero las ganas de terminar te llevan, y más cuando ves Lobera allí abajo, al pie de la montaña en la que estás. Tras coronar, bajada con cabeza, hay surcos en la pista y no la puedes cagar ahora cayéndote. En pocos kilómetros estoy entrando en Lobera, por la zona habilitada como parking, y estoy flipando, lo he conseguido. Me queda un paseo por una calle y a meta, prueba superada.

Hora de llegada, 19h:57min. Se me jode el track del Garmin pasado Petilla, no me registra los últimos 13 km de ruta. Qué gafe tengo para registrar mis tres grandes hitos. En Gredos se paró accidentalmente cuando quedaban 8 km, en el Soplao me quedé sin batería a menos de 10 km, y en esta se me queda bloqueado pasado Petilla, hay que joderse. Me registra sólo 171 km y algo menos de 4.200m de desnivel, pero son 183km y 4.500m. La leche.

En resumen: prueba salvaje, durísima, de resistencia extrema y con tramos de fuerza. En mi opinión, una doble es fundamental para ir más cómodo, el que tenga callo en el culo que vaya con rígida. El entorno es espectacular, precioso, muy recomendable. La gente, maravillosa, la organización perfecta. Pero quien quiera apuntarse a la prueba que se lo piense bien antes, hay que ir bien preparado o será una tortura. En este sentido yo haría varias veces más el Soplao antes que esta porque es menos exigente. Como experiencia ha sido increíble. ¿La volvería a hacer? Sí, pero con el disfraz de Superman puesto.

Ahí ha quedado eso.


Francisco Moreno (el gran sufridor)

CUANDO EL SUFRIMIENTO SE CONVIERTE EN UNA ENORME SATISFACCIÓN
Mi primera participación en una prueba BTT y se me ocurre nada más y nada menos que hacer, "LA DOLOROSA ". 183km + 4500m de desnivel.

Algo más de 2 meses de preparación, entrenando bien y con muy buenas sensaciones de cara a la cita. Llega el día grande;  y esa misma noche no soy capaz de conciliar el sueño más de 2 horas, pero aún así mis ganas por comenzar la prueba son brutales.

Dan el pistoletazo de salida y echamos a andar alrededor de unos 200 participantes de la Ultramaratón, comienzo tranquilo,  tal cual tengo pensado realizar la prueba con la compañía de Javi Pérez, hasta el km 55-60, donde a partir de ahí comienza mi calvario, calambrazo terrible en los isquiotibiales de mis dos piernas y me tiro al suelo para tratar de contrarrestar los calambres con unos estiramientos  y aquí es donde pienso " Puerta grande o enfermería " (frase del gran ALBERTO) y decido lo que en estos casos decidimos los "tontos".....PUERTA GRANDE.

Después de alrededor de 80 km a base de algún gel que otro, frutos secos, naranjas (las devoraba) y mucha, muchísima agua, llego al avituallamiento del km 140  y repongo fuerzas, con sándwich de chorizo, otro de jamón, que tanto había echado en falta en avituallamientos anteriores. Algo más de las 21:00 y llego a PETILLA DE ARAGÓN, muy amables unas niñas se encargan de mi bici y de reponerme el bidón de agua, mientras yo devoro vasos de refresco de cola a cascoporro y otro montadito de jamón ya tengo a LOBERA D'ONSELLA a la vista y me lanzo a tumba abierta en busca de meta, donde me espera lo que tanto deseaba, el abrazo enorme de cada uno de mis compañeros,  RUBÉN RODRÍGUEZ, ALBERTO GARCÍA, CELIA RUIZ, LUCAS CASTRO, JAVI PÉREZ, RAFA MULERO Y ÁNGEL VALERO.
No os podéis imaginar, semejante satisfacción.
Muchísimas gracias a todos ellos por pasar un fin de semana que jamás olvidaré.




 Recompensa final, comida al día siguiente de todo el equipo CCG Dolorosa 2016

1 comments:

Geniales vuestras crónicas. Os esperamos en 2017 campeones (y por supuesto a la campeona)

28 de octubre de 2016, 20:48 comment-delete

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