Un "paseo" por Asturias. CCG en la Clásica Lagos de Covadonga 2010.

Gracias a Víctor Herranz, aquí podemos leer lo que para 6 miembros del Club Ciclista Guadarrama fue la presente edición de la gran Clásica a Los Lagos de Covadonga 2010, marcha Cicloturista de mucho prestigio.
No os perdáis ni un renglón de este mágnifica crónica, narrada en primera persona por nuestro amigo y compañero, Víctor.
Muy buen trabajo, Gracias.

Antes de...
Parafraseando la canción de Extremo, Al despertar empezó la primavera… Después de un durísimo invierno que nos ha cortado las alas y nos ha hecho dejar la bici en el garaje más días de los deseados, por fin empezamos este fin de Semana la temporada de pruebas cicloturistas 2010 para el Club Ciclista Guadarrama. Una vez más, y van 6 consecutivas, la elegida fue la que para mi es la más mítica del calendario, la Marcha Cicloturista Clásica Lagos de Covadonga.

La saga Herranz
En esta ocasión fuimos 6 los valientes que nos embarcamos en esta bonita aventura, el más veterano en estas lides, Rafa, que no se ha perdido ni una edición desde que empezamos estas expediciones allá por 2005; el fuera de serie Ossama, que acudía ambicioso, buscando puesto entre los 100 primeros; el padre de los fenómenos José Ramón (JR), ávido de acumular kilómetros para preparar la Quebrantahuesos 2010; el benjamín del grupo Alberto, presto y dispuesto a mejorar su actuación de año pasado; el neófito Emilio, con los mismo nervios que un niño pequeño en su primer día de escuela; y un servidor, Víctor, con la única ambición de disfrutar de un día íntegro de bici y volver a sentirme, solo por un momento, como esos héroes sobre dos ruedas a los que tanto he admirado toda mi vida.
Tras unos pequeños malentendidos con el GPS, llegamos a Cangas de Onis el viernes con tiempo suficiente para recoger los dorsales, los correspondientes regalitos, y hacer check in en el Hotel, desembalar y guardar nuestras preciadas compañeras de viaje, y buscar un primer lugar para rellenar los depósitos de Cerveza, que tras más de 4 horas de viaje, estaban algo vacíos.

En carrera. JR y Alberto.
Después de un pequeño paseo por la zona, disfrutando del inusual buen tiempo por estas latitudes, algo en el estómago nos decía que era hora de cenar. Una rápida consulta a unos amables habitantes de la zona, y nos encaminamos a buscar el sitio recomendado, otro pequeño malentendido (en este caso con nuestro sentido de la orientación) nos ayuda a hacer un poco más de hambre. Tras encontrar en sitio, tranquilo, agradable y muy bien atendidos, cenamos tranquilamente, y nos dirigimos al Hotel, a preparar todos los bártulos y el disfraz de ciclista, y después a dormir para aprovechar el último “entreno invisible” antes de la prueba.
Todos menos Alberto, que se queda a esperar a la segunda expedición que llegaba a la prueba procedente de Guadarrama, en este caso Coque e Ito. Este último, aunque no pertenece al club, ha compartidojunto a su amigo gran parte de los kilómetros de preparación para este año. Tras un viaje, por lo visto algo más movidito, ya estaban allí, listos también para afrontar la aventura, por segunda vez en el caso de Coque y debutando en estos campos Ito.

Con el sol radiante de fondo.
El sol despunta, y las ganas de empezar, junto con los clásicos nervios, nos ayudan a despertarnos sin ayuda del despertador, para estar puntuales a la 7 de la mañana y dar buena cuenta del desayuno. Ya en la sala del desayuno del hotel se respira el ambiente ciclista, el que no luce su clásico moreno albañil, va equipado con el traje de su club o su equipo favorito, ¡incluso algún campeón del mundo!, en el aire se mezcla el olor a linimento con las anécdotas sobre dos ruedas y los clásicos desafíos entre compañeros “este año te gano fijo”; “lo tuyo no vale, no paras de entrenar”, etc.
Foto de rigor del grupo ya vestidos para la faena y con nuestras monturas listas, partimos a las 8.15AM en dirección a Cangas a situarnos pacientemente en la zona de salida, con 3200 participantes, merece la pena estar un poco alante a la hora de salir, JR se lo toma muy en serio, y se separa del grupo para situarse en primerísima línea.

Ossama en la salida.
Más fotos, bromas, risas, y nervios, que hacen que el tiempo pase cada vez más despacio. El entrañable ex-ciclista alemán Raimun Dietzen era el homenajeado en esta edición de la prueba, unas palabras de ánimo por su parte, seguidos de una cerrada ovación, y finalmente el gaitero que nos da la salida con su inconfundible serenata… empieza la aventura!!
Como siempre, el paso por el arco de salida se vuelve un caos y hace que el grupo se separe y de repente nos veamos solos entre la marabunta. Animado por el buen tiempo (17º a las 9AM) y las buenas sensaciones me decido a seguir a un grupo numeroso que me adelanta a gran velocidad, ya nos juntaremos más tarde. En el primer tercio de carrera la orografía es favorable (y el paisaje realmente quita el hipo), y rodamos en grandes grupos a velocidades de vértigo, antes de llegar a Arriondas aparece un maillot del club parado en la cuneta: problemas técnicos para Ossama, pinchazo en la rueda trasera. Mi primer impulso es parar a ayudarle, miro el cuentakilómetros, la velocidad es 60km/h, el grupo en el que vamos es de aproximadamente 200 tíos, igual no es tan buena idea parar… Al pobre le pasaron factura los nervios y tardo más de media hora en reparar, también influido por el hecho de que era la primera vez que cambiaba una cámara!!!
Seguimos con paso muy alegre, 5km más adelante alguien llama mi atención a la derecha, mi señor padre, Rafa, habíamos venido en el mismo grupo todo el rato, pero hasta ahora no había podido ponerse a mi lado. Se cumple la primera hora de carrera, llevamos recorridos 39km, es tiempo de que la media empiece a decaer, la ruta gira hacia Llanes (paralelos a la A8) y empieza una zona igualmente bonita (la vista de la playa de San Antolín desde la carretera en el KM 41 es idílica), pero muy rompe piernas, repleta de toboganes por lo que decidimos tomárnosla con calma, sabiendo que lo más duro nos esperaba al final. El grupo empieza a perder unidades y nos disgregamos en partes más pequeñas de 20 – 30 ciclistas. Poquito antes de tomar el desvío que no lleva al primer puerto de la jornada nos fusionamos con un grupo en el que aparece JR, tomándose la ruta con calma, decide ir a su paso mientras padre e hijo decidimos hacer la primera parada técnica: cambiarle el agua al canario antes de la subida siempre es una buena idea para subir más ligero… El puerto de la Tornería apenas es conocido, no se ha subido en ninguna gran vuelta y casi nadie habla de el cuando debate sobre puertos duros, pero si hubiera un premio para puerto revelación sin duda se lo llevaría este, 7km de subida, con rampas de hasta el 15% y los dos últimos km al 10% de pendiente media, le hacen el candidato perfecto a este hipotético premio. Es la primera vez que vemos este paisaje sin ser salpicados por la lluvia o cegados por la niebla, por lo que, siguiendo con nuestra táctica de guardar fuerzas, decidimos cargar el 23 desde abajo e ir subiendo a la marcheta disfrutando de la compañía de los cicloturistas anónimos que circulan con nosotros y a los que todavía les queda buen humor. Llego a la cima un poco antes que mi padre, por lo que tras pasar por la alfombra que nos toma el tiempo (y se asegura que nadie acorta el recorrido) me paro en la cuneta y saco la cámara para hacer alguna foto de acción al abuelo.

Rafa en carrera.
Aunque no este mojada, la bajada que sigue hasta Huera de Mere, sigue siendo tremendamente peligrosa, así que manos a los frenos, concentración al máximo y a bajar tranquilo 10km hasta volver al asfalto ancho y firme que nos conduce hasta la siguiente dificultad, el alto de la Robellada, un puerto más corto y tendido, en el que nos encontramos justo al coronar un avituallamiento completo que, como es costumbre cada año se encuentra a rebosar de cicloturistas llenando la barriga y bicicletas solitarias tomándose un respiro.

Tomando un tentenpie
Justo en el momento que me salgo de la carretera para entrar en la zona de avituallamiento, aparece una hormiga con el disfraz del club, Ossama, recuperando tiempo a marchas forzadas tras su pinchazo, ¿paras? Le pregunto: “no, no, no tengo tiempo”, deduzco que los 100 primeros siguen obsesionándole. Una vez en el avituallamiento, busco sitio para “aparcar” mi montura encuentro de nuevo a JR, una vez más listo para seguir adelante con su solitaria marcha, no sin antes aleccionar a algún que otro compañero que no tuvo el cuidado suficiente con su Orca. El calor era inusual, rondando los 30º, por lo que es especialmente importante reponer del todo los líquidos perdidos, amen de los demás nutrientes sólidos.
Cuando estamos dando cuenta de la primera ronda de avituallamiento aparece Alberto, radiante y tranquilo, tres cuartas partes del recorrido y se ha mantenido sin problemas a escasos 5min de nuestro grupo, la mejora respecto al año pasado es evidente. Asoma al poquito Emilio, también con buen tiempo, pero muy contrariado con las sensaciones que está teniendo. Comemos, bebemos, rellenamos bidones, más fotos de conjunto, y comenzamos el descenso hacia Soto de Cangas, parece que algo deprisa para nuestros nuevos compañeros, ya que cuando nos queremos dar cuenta, estamos de nuevo Rafa y yo solos cazando grupos en nuestro camino. El descenso es rápido pero también se acaba, tomamos el cruce que nos dirige a Covadonga, y comienzan 7km de falso llano que nos llevan directos a la última ascensión. El calor empieza a pasar factura y a Rafa le empiezan a dar amagos de calambres, decide aflojar y me da luz verde para seguir.
Empezamos a ver el santuario de la Santina, una año más vamos con prisas y no nos da tiempo a parar y presentarle nuestros respetos… mientras pienso esto llegamos a la última rotonda, quitamos el plato grande, respiramos hondo y justo cuando pasamos de nuevo por la alfombra que toma tiempos, empieza el ultimo calvario, la subida a Los Lagos ya está debajo de nosotros, 11 km de sufrimiento, de disfrute, de sudor, de guerra psicológica… de lo que podríamos resumir en una sola expresión, 11km de CICLISMO.
Los primeros km los hacemos resguardados por la sombra, y nos permiten ir haciéndonos una idea de lo que nos espera, el ritmo que nos ha traído hasta aquí (31km/h de media en la base de los lagos) se convierte en un cansino transcurrir de metros, que te hace pensar que el tiempo se está parando. “Vamos que te queda poco” el grito de ánimo más repetido por los sufridos animadores a pie de carrera, ¿poco? ¿En el km 3??? La última vez que vine esto tenía 11km… lo han acortado??? No se lo tenemos en cuenta, pero en esos momentos, la cabeza da muchas vueltas. Llevamos media hora sufriendo, ya estamos en la mitad, parece que no vamos tan mal… que bien!! Hay cartelitos para que sepas por donde vas, ¿Qué pone ahí? “LA HUE-SE-RA”, uy esto me suena… buff que kilómetro más duro e interminable, los riñones sufren como nunca antes, el reloj marca más de 35ºC, no se muy bien como, pero la hemos superado, algo va mal, el pulso no baja, las piernas siguen duras ¿no era esto lo duro?, ah vale ahora me acuerdo ¡¡¡en este puerto todo es duro!!! Veo las rampas previas al mirador de la reina y se me viene el mundo encima, me agarro en las manetas, de pie sobre los pedales, y sin saber donde me estoy apoyando psicológicamente consigo superarlas, y aquí estamos, en el primer descanso del puerto, después de 8km creo que se merece… Los 3km finales, que incluyen 2 pequeños tramos de bajada, la verdad es que se hacen más llevaderos, sobre todo por que gracias a la experiencia sabemos bien qué es lo que queda y el estómago se nos va encogiendo sabiendo que en solo unos pocos minutos más, tomamos esa curva y… ahí tenemos el Lago Enol, precioso, majestuoso, con su agua cristalina como la del mar caribe y rebosante de agua (si alguien se atreve seguro que esta fresca fresca…)

Lago Enol.
Una pequeña bajadita, y la ultima rampa suavecita 500metros y hemos acabado, alguno equivoca los papeles y esprinta como si fuera una etapa del Giro… la gente normal nos conformamos con cruzar la ultima alfombra con una sonrisa enorme de oreja a oreja sabiendo que por unos pequeños instantes seremos los héroes de nuestro portal… ;)

Descanso merecido. JR.
Ya en la cima, en la zona preparada para el descanso de los gladiadores, reconozco a JR placidamente sentado a la sombra de un árbol, me uno a el y tras unos breves instantes intercambiando nuestras pecuarias reconozco en la parte final un maillot del club, por ahí viene Rafa, miro con la vista el tramo exacto que le queda por cubrir y… oh! sorpresa, Alberto ha llegado por delante!! Aun empezando a subir después, y con dudas después del excesivo sufrimiento del año pasado, ahí tiene su recompensa, mas de 45 minutos de mejora y casi 30 minutos más rápido solo en la ascensión a los lagos. Solo nos falta Emilio, finalmente parece que los miedos que tenía a esta ascensión se han hecho realidad y su ansiado debut se le está atragantando. Pasan los minutos, los ciclistas vamos dando buena cuenta de Aquarius, agua y coca-colas varias (además de los míticos Huesitos) y ¡mira! Por ahí va!! Lo ha conseguido!!! No esperábamos menos de ti, como todos los demás, eres de Guadarrama!!! Se baja de la bici y dice esa frase tantas veces repetida en esa cima “yo esto no lo vuelvo a subir en la vida”, los calambres, la falta de entrenamiento y el calor le pusieron demasiada salsa extra, que aun así supero.
Finalmente estamos todos! Fotos de rigor tras el deber cumplido, más comida y bebida para recuperar, algunos estiramientos y algún momento de silencio para ser absorbido por la inmensidad del paisaje, y nos preparamos para afrontar la bajada y la vuelta a casa.
Un momento, ¿estamos todos?, No!! Nos falta la otra parte de la expedición Guadarrameña!!! ¿Qué habrá sido de Coque e Ito? La casualidad hace que nos crucemos con sus animadoras justo cuando vamos a empezar a bajar, y gracias a ellas conseguimos encontrarles. Día de problemas mecánicos para ellos también, con varios pinchazos (también ellos eran neófitos en la reparación), incluido uno de Ito subiendo los Lagos, que aunque le quitan un poco de lustre, para nada deslucen su gesta. También ellos acabaron con éxito el desafío!!!
Finalmente emprendemos la bajada. La épica empieza a dejar sitio a lo terrenal… aseo y cambio de ropa, compra de recuerdos, recogida de diplomas y algo de comida de la organización, y cuando nos queremos dar cuenta, ya estamos emprendiendo la vuelta a nuestra Guadarrama natal.
Me ha salido un ladrillo enorme y la temporada no ha hecho nada más que empezar… Como también decía Extremo… “repetiremos un sábado cualquiera”…

Víctor Herranz Villagrán.

El autor de magestuosa crónica. Víctor H.V.

2 comments:

Tremenda crónica. ¡Si señor! Gran trabajo.

26 de mayo de 2010, 0:42 comment-delete

Buen trabajo en tuyo tambien Javi intercalando las fotos ;)

26 de mayo de 2010, 10:05 comment-delete

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